martes, mayo 31, 2011

Lo que pasa en la casa.

Pasa la Casa legislación que hace probable la esperada agresión contra Cuba.



El 26 de Mayo de 2011 la Cámara de Representantes americana pasó una legislación que contiene una peligrosa disposición que autoriza la guerra mundial contra naciones sospechosas de terrorismo o refugio de terroristas, sin necesidad de relación con los incidentes del 9-11 o de cualquier amenaza o daño específicos al país.



La legislación duraría tanto como la sospecha y si es aprobada por el Senado sólo podría ser eliminada por mandato del Congreso y el Presidente.







Discurso de Ron Paul ante la Cámara de Representantes el 25 de Mayo de 2011.



¿Es esto el fin de la República Americana?



Ya le han puesto el último clavo al sarcófago de la República Americana. Sin embargo el Congreso continúa con su escepticismo mientras nuestras libertades languidecen ante nuestra vista.



El proceso es impulsado por el miedo infundado y la ignorancia del significado real de la libertad y se basa en mitos económicos, falacias y buenas intenciones irracionales.



El imperio de la ley se viola constantemente y se brindan respuestas autoritarias como panacea universal para nuestros problemas. Se utiliza una asistencia social desmedida para beneficiar al rico en detrimento de la clase media.



¿Quien hubiera pensado que esta generación y este Congreso se quedarían ociosos ante el espectáculo de la desintegración de la República Americana?



Se caracteriza este momento histórico por la aceptación despreocupada del pueblo y sus líderes políticos de la presidencia unitaria , lo que equivale a otorgar poderes dictatoriales al presidente.



Nuestros presidentes pueden ahora, por sí mismos:



  1. Ordenar asesinatos, incluyendo ciudadanos americanos.
  2. Poner en funcionamiento tribunales militares secretos.
  3. Involucrarse en torturas.
  4. Encarcelar indefinidamente sin el debido proceso legal.
  5. Ordenar registros y detenciones sin autorización legal apropiada, violando la 4a enmienda.
  6. Ignorar la regla de los 60 días para reportar al Congreso la naturaleza de cualquier operación militar según estipula la Resolución del Poder de Guerra.
  7. Continuar los abusos del Acta Patriótica sin supervisión alguna.
  8. Hacer la guerra a voluntad.
  9. Tratar a todo americano como sospechoso de terrorista en los aeropuertos con el manoseo y los rayos X al desnudo de la Agencia de Seguridad del Transporte.   



Y la Reserva Federal se aprovecha falsificando los fondos necesarios que no se pagan con los impuestos ni con los préstamos permitiendo gastos incontrolados, deudas sin fin y sacando de dificultades económicas a organizaciones con intereses especiales.



Pero todo esto no es suficiente. Los abusos y usurpaciones del Poder de Guerra pronto van a ser sistematizadas en el Acta de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) que avanza rápidamente hacia el Congreso. En vez de rechazar la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF), como debíamos ahora que Bin Laden está muerto, el Congreso planea incrementar masivamente los poderes de guerra del presidente.



Aunque existe una magnífica oportunidad para terminar las guerras de Iraq, Afganistán y Paquistán el Congreso, con apoyo bipartidista, está obsesionado en cómo expandir los poderes de guerra inconstitucionales que ya tiene el presidente. La actual propuesta permitiría al presidente armar una guerra en cualquier momento, lugar, por cualquier razón sin aprobación del Congreso. Muchos piensan que esto permitiría hasta actividades militares contra sospechosos americanos de terrorismo en este país.



La autoridad propuesta no hace referencia a los ataques de 9/11. Se expandiría para incluir a los Talibanes y fuerzas “asociadas”, una definición amplísima y peligrosamente vaga de nuestros enemigos potenciales. No hay dudas de que los cambios en la S.1034 eliminan totalmente las restricciones a la autoridad presidencial para declarar guerra sin aprobación congresional logradas en la Convención Costitucional después de gran esfuerzo.



La autoridad de guerra del Congreso ha quedado severamente dañada desde la Segunda Guerra Mundial comenzando con el advenimiento de la Guerra de Korea, amparada solamente por una resolución de la ONU. Aún hoy, estamos haciendo la guerra en Lybia sin consultar al Cogreso siquiera, similarmente a como fuimos a la guerra en Bosnia en los 90’s con Clinton.



Las tres mayores razones para nuestra Convención Constitucional fueron:



  1. Garantizar el libre comercio y los viajes entre los estados.
  2. Convertir al oro y la plata en moneda legal y abolir el papel moneda.
  3. Limitar estrictamente la autoridad de la rama ejecutiva para buscar guerra sin aprobación congresional.



Pero hoy:



  1. La Cláusula de Comercio Interestatal se usa para regular todo comercio en detrimento del libre comercio entre los estados.
  2. Los certificados de la Reserva Federal son moneda legal, el oro y la plata son ilegales.
  3. Se ha puesto el clavo final en el sarcófago de la responsabilidad congresional para los poderes de guerra, cediendo completamente estos poderes al presidente, __un  golpe tremendo al concepto de nuestra república.



Desde mi punto de vista, parece que la suerte de nuestra república está echada__a menos que estas recientes tendencias se reviertan.



La parte más triste de esta tragedia es que todos estos cambios horribles está siendo hechos en nombre del patriotismo y la protección de la libertad. Se justifican con las buenas intenciones al creer que se requiere el sacrificio de la libertad para nuestra seguridad. Nada puede estar más lejos de la verdad.



También es triste la convicción de que nuestros enemigos están movidos en sus ataques debido a nuestras libertades y prosperidad y no debido a nuestra profundamente errada que ha generado un resentimiento justificable y ha inspirado la violencia radical contra nosotros.



Sin comprender esto nuestras guerras no declaradas, sin nombre y sin fin continuarán y nuestra maravillosa experiencia con la libertad, terminará.