¡Despierta, América!
Mónica Benderman.


El sargento Kevin Benderman es un prisionero de conciencia que cumple 15 años de una sentencia por haber llenado una solicitud de Opositor de Conciencia y haberse negado a participar en esta guerra de Irak.

Puede visitar su sitio de internet:
http://www.bendermantimeline.com/
http://www.bendermandefense.org/



¡Deja de creer en una ilusión, despierta, América!

El americano corre a ciegas a través de la niebla, huyendo de sí mismo, confiando en un salvador que lo asirá en el aire en el momento justo antes de caer en el abismo. No se enfrenta a las situaciones difíciles; cuando llegan las penas él las ahoga. Tiene Prozac, Zyprexa, Ambien, Xanex y toda una amplia gama de sustancias químicas para ponerse bajo el humo.

Hay una casita en la loma en donde se reune con otros para rezar y pedir perdón por sus pecados y esperar que llegue el Hombre a salvarlos. Cree que el Hombre dio su vida hace siglos para la redención de sus pecados. Pues no. El murió a causa de Ellos. La historia se ha mixtificado en una glorificación que sirve para esconder la propia debilidad que justifica su evasión de la realidad.

América gasta una fortuna en el ejército y canta loas en su honor, alza la bandera en su nombre y la arria en el de sus muertos, por los que levanta muros que sólo recuerdan a los que dieron su vida con la intención figurada de hacerlo libre.

¡Deja de creer en una ilusión, despierta, América! Al morir tus soldados no están protegiendo las libertades que profesas.

Hombres y mujeres están yendo a prisión cada día en esta tierra de libertad sólo por decir lo que piensan.

Padres que tienen la libertad de criar sus hijos a su manera abusan de ellos dia a dia.

Los hijos mandan tarjetas de felicitación de cumpleaños, al doblar de la esquina, para sus mayores que languidecen en asilos de viejos con enfermeros indolentes, sólo por no enfrentar el sentido de culpa de no haber ido antes.

¿Para eso muere el soldado?

En vez de trabajar por mejores estándares de vida, el americano hace leyes para justificar su derecho a libertades. ¿Libertad de qué?

Firmeza de carácter es tener la fortaleza suficiente para cuestionar leyes que pisotean los derechos humanos y encubren a la mentira. No es ciega obediencia a leyes diseñadas para justificar la propia debilidad de carácter. Es tomar partido y reconocer que un acto de maldad es un acto de maldad. Si algo pone la vida de alguien en riesgo, está mal. La ley no puede ir contra la evidencia.

La mayor prueba de la moral del hombre no es su voluntad de matar al enemigo en un ataque preventivo, sino de tener el valor moral para reconocer que su propia debilidad es la razón de su miedo. El enemigo es inerme ante la firmeza de carácter.

Los veteranos han luchado por la constitución y los derechos que de ella emanan. Por eso han de ser honrados y respetados. No necesitan más medallas. No se honra al soldado con gestos vacíos sino cumpliendo con la palabra comprometida. Necesitan que América, como su deber para con la humanidad ante este crimen, apoye a los Opositores de Conciencia. Necesitan que América se fije en lo que su falta de firmeza la ha convertido.

¡Despierta, América, tú eres tu propia salvación! Ha llegado otro día de Veteranos. ¿Te levantarás para honrar los principios constitucionales que ellos han defendido o harás otra promesa vacía?